Celebraciones papales

Celebraciones papales

En la forma extraordinaria hoy, y en la ordinaria antes del Concilio Vaticano II tres clases de misas en general. Por lo que se refiere a la liturgia papal, hasta el Concilio Vaticano II existían, a su vez, tres tipos de misas papales:

a) la misa privada del papa;

b) la misa pontifical baja; y

c) la misa papal o capilla papal. 

 

I. Misa privada del papa

La Misa privada papal es la que celebraba diariamente en su capilla privada. Lo asistía un solo acólito, generalmente su secretario particular. Se revestía con los ornamentos del sacerdote (amito, alba, cíngulo, estola, manípulo y casulla) además de la cruz pectoral, el anillo y el solideo.

Una costumbre era que el papa celebraba cada día con un cáliz distinto, pues los recién ordenados sacerdotes le prestaban su cáliz para tener un vaso sagrado con el que hubiese celebrado el Santo Padre.

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II. Misa pontifical baja o rezada pública

La segunda clase de misa papal era la misa pontifical baja o misa rezada pública. Como las capillas papales suponían un ritual muy complejo y la participación de muchos prelados, cuando los pontífices deseaban celebrar la misa para algunos grupos de fieles, existía como alternativa las misas rezadas públicas.

Estas misas se celebraban en alguna capilla del Palacio Apostólico (Sixtina o Paulina) o en un altar portátil que se instalaba en algún salón del Palacio (Regia, Clementina, etc.). Excepcionalmente también se podían celebrar en la Basílica de San Pedro.

Se trataba de una misa rezada celebrada con asistencia de fieles. Ayudaban a la misa dos obispos y cuatro ceremonieros pontificios y los ayudantes de la cámara pontificia servían como ceroferarios.

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